
A Juan José Campanella le corresponde el mérito de que 938.979 espectadores acudieran al cine a ver una coproducción hispano-argentina, El secreto de sus ojos, una película que aún hoy, exactamente siete meses después de su estreno, podemos encontrar en algunas pantallas españolas. Superar esta hazaña es difícil, pero hacerlo con una película de animación con acento argentino es una provocación que sólo él, con un Oscar en la mano y otros 36 premios nacionales e internacionales en su haber, puede permitirse. Su ambicioso proyecto se estrenará en nuestro país con el nombre de Futbolín, y tiene el aliciente de ser la primera película de animación 3D en la historia del cine argentino.
Con El hijo de la novia se abrió pasó en el difícil mercado norteamericano logrando una nominación a los Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera, un reconocimiento que supondría el comienzo de una excelente relación con EE.UU., donde ha participado en series como Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales, El Guardián o House. Después, con Luna de Avellaneda, consiguió que su nombre siguiera sonando con fuerza en distintos festivales internacionales, como el Festival Internacional de Cine de Montreal. La serie Vientos De Agua le hizo probar el sabor del fracaso en España, donde la guerra de audiencias entre Telecinco y Antena 3 y los continuos cambios en la parrilla, se manifestaron en unos discretos índices de audiencia a pesar de la indudable calidad de la producción. Y después El secreto de sus ojos, la película que le dio el Oscar, 34 premios y 17 nominaciones más a este argentino cuyo nombre no hemos parado de escuchar en los últimos meses.
Una impecable carrera que ahora se ha propuesto coronar con Futbolín, la historia de unos jugadores de madera separados por un desguazador que lucharán por reencontrarse para seguir compartiendo su pasión por el fútbol, el deporte rey de Argentina. Una idea en la que Campanella lleva trabajando dos años junto a Eduardo Sacheri, el autor y coguionista de El secreto de sus ojos, muy popular en Argentina gracias a sus pegadizos relatos futboleros difundidos en el programa Todo con afecto de Radio Continental y en libros como Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol.
La recaudación de El secreto de sus ojos, que sólo en España ha alcanzado los 5.798.189 euros, ha permitido a Campanella sumergirse en proyectos que hace unos años estaban fuera de su alcance. Entre ellos, Futbolín, una película de animación 3D que ha sido presupuestada en 9,4 millones de dólares y cuyo estreno está previsto para el 2012, año en el que se convertirá en la primera película argentina de estas características y en el primer título de animación para un director que nos tiene acostumbrados al melodrama.
Su para muchos desconocida afición por el 3D le viene de lejos, concretamente de 1995, año en el que se estrenó Wings of courage, la primera producción de ficción de acción real distribuida en tres dimensiones en una sala IMAX. El director ya ha manifestado que el 3D le parece “más potente en las cosas íntimas que en las escenas espectaculares porque parece que estás sentado en el escenario de un teatro con los actores”, a lo que ha añadido una prometedora predicción del futuro de esta tecnología: “dentro de 10 años hacer una película en 2D va a ser una decisión creativa, como hoy lo es el blanco y negro”.
La película, actualmente en fase de preproducción, será de nuevo una coproducción hispano-argentina y buscará corregir un error que, en opinión de Campanella, tiñe la mayor parte de las producciones hollywoodenses, el insuficiente peso de la historia que, según el director, "se pierde por el camino de la tecnología”.
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Con El hijo de la novia se abrió pasó en el difícil mercado norteamericano logrando una nominación a los Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera, un reconocimiento que supondría el comienzo de una excelente relación con EE.UU., donde ha participado en series como Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales, El Guardián o House. Después, con Luna de Avellaneda, consiguió que su nombre siguiera sonando con fuerza en distintos festivales internacionales, como el Festival Internacional de Cine de Montreal. La serie Vientos De Agua le hizo probar el sabor del fracaso en España, donde la guerra de audiencias entre Telecinco y Antena 3 y los continuos cambios en la parrilla, se manifestaron en unos discretos índices de audiencia a pesar de la indudable calidad de la producción. Y después El secreto de sus ojos, la película que le dio el Oscar, 34 premios y 17 nominaciones más a este argentino cuyo nombre no hemos parado de escuchar en los últimos meses.
Una impecable carrera que ahora se ha propuesto coronar con Futbolín, la historia de unos jugadores de madera separados por un desguazador que lucharán por reencontrarse para seguir compartiendo su pasión por el fútbol, el deporte rey de Argentina. Una idea en la que Campanella lleva trabajando dos años junto a Eduardo Sacheri, el autor y coguionista de El secreto de sus ojos, muy popular en Argentina gracias a sus pegadizos relatos futboleros difundidos en el programa Todo con afecto de Radio Continental y en libros como Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol.
La recaudación de El secreto de sus ojos, que sólo en España ha alcanzado los 5.798.189 euros, ha permitido a Campanella sumergirse en proyectos que hace unos años estaban fuera de su alcance. Entre ellos, Futbolín, una película de animación 3D que ha sido presupuestada en 9,4 millones de dólares y cuyo estreno está previsto para el 2012, año en el que se convertirá en la primera película argentina de estas características y en el primer título de animación para un director que nos tiene acostumbrados al melodrama.
Su para muchos desconocida afición por el 3D le viene de lejos, concretamente de 1995, año en el que se estrenó Wings of courage, la primera producción de ficción de acción real distribuida en tres dimensiones en una sala IMAX. El director ya ha manifestado que el 3D le parece “más potente en las cosas íntimas que en las escenas espectaculares porque parece que estás sentado en el escenario de un teatro con los actores”, a lo que ha añadido una prometedora predicción del futuro de esta tecnología: “dentro de 10 años hacer una película en 2D va a ser una decisión creativa, como hoy lo es el blanco y negro”.
La película, actualmente en fase de preproducción, será de nuevo una coproducción hispano-argentina y buscará corregir un error que, en opinión de Campanella, tiñe la mayor parte de las producciones hollywoodenses, el insuficiente peso de la historia que, según el director, "se pierde por el camino de la tecnología”.