
Fernando León de Aranoa ha guardado durante cinco años el silencio más largo de su carrera para sumergirse en la difícil tarea de superar el éxito obtenido con sus anteriores películas: Familia, Barrio, Los lunes al sol y Princesas. Y pretende hacerlo con Amador, un nuevo drama social con tintes de comedia, el género con el que ha logrado lo impensable: que el público recomiende a sus allegados ir al cine a ver una película española y que gran parte de la crítica, aún así, no esté de su lado.
Y es que muchos no comprenden que un director de origen acomodado escriba, dirija e incluso produzca películas sobre barrios marginales, parados y prostitutas y encuentran, cierto es que sin mucha dificultad, escenas inverosímiles que no terminan de armonizar con el drama social. Pero a pesar de las críticas, Fernando León vuelve con una historia que aborda una realidad común en España: el cuidado de ancianos por parte de inmigrantes que viven, y conviven, con personas que ya no pueden valerse por sí mismas.
Dura tarea que en la ficción desempeñará Marcela, una mujer joven y en apuros económicos que pasará el verano junto a Amador, un anciano que, como ella, oculta un gran secreto. Poco a poco, la creciente confianza entre ambos les conducirá a la confesión mutua de sus respectivos secretos, al tiempo que un repentino suceso pone a Marcela al borde de un difícil dilema moral. Un guión que, según Aranoa, habla “del complicado dilema que plantea a diario la supervivencia, entre actuar como nos exige la conciencia o como impone la necesidad. De la vida y de la muerte, que en esta historia comparten habitación: un pequeño dormitorio en la periferia de cualquier ciudad. Y también de lo que sucede entre una y otra, y quizá da sentido a las dos: el amor”.
Y entre tanto dilema, un gran reparto. En la piel de Amador se meterá Celso Bugallo (Mar Adentro), quien no dudó en abandonar las tablas una vez más para trabajar a las órdenes de un gran director; y Magaly Solier, la actriz peruana reconocida internacionalmente por su papel de Fausta en La teta asustada, quien publicó, unos días antes de iniciar el rodaje de Amador, su doble ilusión por ser parte de un proyecto de Fernando León y por grabar, además, su primera película en el extranjero.
Cuatro meses de trabajo repartidos entre localizaciones de Madrid y Barcelona que se desarrollaron entre agosto y noviembre de 2009 y que dejaron a todo el equipo exhausto, incluida Magaly, que publicó una vez más sus impresiones: “después de cerca de cuatro meses de rodaje, Fernando León de Aranoa terminó Amador, y yo terminé...muy cansada, muy cansada. Regresé a Lima el 11 de noviembre, sin mucho tiempo para readaptarme al horario, comida, bulla y demás”.
La película, que actualmente se encuentra en fase de postproducción, es el resultado de la unión entre Mediapro y Reposado, la productora que el director madrileño fundó en 2005 para su multipremiada Princesas, y su estreno en España está previsto para el 24 de septiembre.
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Y es que muchos no comprenden que un director de origen acomodado escriba, dirija e incluso produzca películas sobre barrios marginales, parados y prostitutas y encuentran, cierto es que sin mucha dificultad, escenas inverosímiles que no terminan de armonizar con el drama social. Pero a pesar de las críticas, Fernando León vuelve con una historia que aborda una realidad común en España: el cuidado de ancianos por parte de inmigrantes que viven, y conviven, con personas que ya no pueden valerse por sí mismas.
Dura tarea que en la ficción desempeñará Marcela, una mujer joven y en apuros económicos que pasará el verano junto a Amador, un anciano que, como ella, oculta un gran secreto. Poco a poco, la creciente confianza entre ambos les conducirá a la confesión mutua de sus respectivos secretos, al tiempo que un repentino suceso pone a Marcela al borde de un difícil dilema moral. Un guión que, según Aranoa, habla “del complicado dilema que plantea a diario la supervivencia, entre actuar como nos exige la conciencia o como impone la necesidad. De la vida y de la muerte, que en esta historia comparten habitación: un pequeño dormitorio en la periferia de cualquier ciudad. Y también de lo que sucede entre una y otra, y quizá da sentido a las dos: el amor”.
Y entre tanto dilema, un gran reparto. En la piel de Amador se meterá Celso Bugallo (Mar Adentro), quien no dudó en abandonar las tablas una vez más para trabajar a las órdenes de un gran director; y Magaly Solier, la actriz peruana reconocida internacionalmente por su papel de Fausta en La teta asustada, quien publicó, unos días antes de iniciar el rodaje de Amador, su doble ilusión por ser parte de un proyecto de Fernando León y por grabar, además, su primera película en el extranjero.
Cuatro meses de trabajo repartidos entre localizaciones de Madrid y Barcelona que se desarrollaron entre agosto y noviembre de 2009 y que dejaron a todo el equipo exhausto, incluida Magaly, que publicó una vez más sus impresiones: “después de cerca de cuatro meses de rodaje, Fernando León de Aranoa terminó Amador, y yo terminé...muy cansada, muy cansada. Regresé a Lima el 11 de noviembre, sin mucho tiempo para readaptarme al horario, comida, bulla y demás”.
La película, que actualmente se encuentra en fase de postproducción, es el resultado de la unión entre Mediapro y Reposado, la productora que el director madrileño fundó en 2005 para su multipremiada Princesas, y su estreno en España está previsto para el 24 de septiembre.