Moviehola te invita a dar la bienvenida a todas aquellas películas que se encuentran en fase de preproducción, producción y postproducción, con una recopilación exhaustiva de información, imágenes y vídeos para que conozcas los proyectos de tus directores preferidos meses antes de su rodaje y de su estreno.


Un blog para los amantes del cine y para aquellos que pretenden serlo, porque cada post es una ventana a múltiples informaciones, como biografías, filmografías y contenidos teóricos sobre cine, dejando claro que sólo somos un keyblog, una llave, un hola a las nuevas producciones.

domingo, 13 de junio de 2010

Entrevistamos a Samuel Alarcón, director de "La ciudad de los signos"



La figura del joven realizador madrileño Samuel Alarcón se erige como una de las apuestas más firmes en lo que concierne al cine documental contemporáneo. Su último trabajo, La ciudad de los signos, supone un encuentro personal con el trabajo del director italiano Roberto Rossellini. Un proyecto ambicioso donde se atiende al espacio como el cauce vital y narrativo del film. Un viaje inusitado, con influjos del videoarte, por las localizaciones que dieron títulos tan emblemáticos y significativos como Roma, cittá aperta, Stromboli o Paisá y a las que Samuel Alarcón se ha acercado bajo la premisa de seguir desterrando nuevos significados, aún hoy latentes, que posibiliten en definitiva conocer en profundidad la mentalidad del genio italiano.

Un trabajo que ha sido reconocido el pasado año con el premio del público en el Festival Documenta Madrid, y con una mención especial dentro del Festival Alcances de Cádiz. Actualmente la cinta se ha proyectado en multitud de certámenes nacionales e internacionales, tales como la Muestra de cine de Cataluña, el Festival de cine pobre de Cuba o el Festival internacional de cine de Athens en EE.UU, y hace pocos días conocíamos la noticia de que también se podrá ver, durante la primera quincena de julio, en uno de los escenarios recuperados por Samuel para el film: la isla de Ischia. Nosotros hemos querido conocer su trabajo mediante las palabras del propio realizador en una entrevista personal, rica en detalles, en la que además se avanzan sus nuevos proyectos.

P.- La ciudad de los signos supone un encuentro y un homenaje personal al cine de Rossellini, ¿qué ha supuesto el neorrealismo para el desarrollo como director de Samuel Alarcón?

R.-
El Neorrealismo ha sido para mí el movimiento cinematográfico que me ha reencontrado con una manera de hacer cine que en la actualidad no es la más popular. Es una forma de hacer cine que utiliza localizaciones naturales, y esto significa (aunque se empezó a hacer por econonomía de medios) que para no tener que construir decorados, simplemente se tiraba con lo que existía. Había necesidad y se empezó a hacer cine de esta manera. Supuso un compromiso con la geografía del lugar, el espacio en el que están integrados los personajes. Un compromiso que hace que todavía podamos ver parte de ese encuentro visitando esos lugares. En el caso de películas rodadas en Italia neorrealistas, todavía puedes visitar los pueblos, las plazas o las calles en las que rodaron secuencias. porque fueron propiamente las mismas calles. Por eso es tan importante para mí el neorrealismo.

P.- Buscar las localizaciones donde Rossellini encumbró un movimiento (además de conseguir los permisos de rodaje pertinentes); si sumamos a esto el desplazamiento de todo un equipo a diferentes puntos de Italia, se antoja como una aventura, acompañada además de una planificación dura y minuciosa, ¿qué fue lo más duro a la hora de afrontar el proyecto?

R.-
El equipo que yo usaba era muy pequeño. Entonces, a la hora de ir a esos espacios en la mayoría no había problemas porque eran en vía pública, y en muchos casos ni siquiera rodaba plantando un trípode; de manera que ni siquiera pedía permisos en algunos casos. La labor más complicada, más que a nivel burocrático (que eso ha sido lo de menos ya que estaba becado por la academia de España y me respaldaba la embajada de España en este rodaje, y que me permitía tener un empuje y un soporte para poder pedir estos permisos y que no hubiera problema), lo más complicado fue encontrar los lugares; fue estudiar las películas. Bueno, complicado; pero lo más interesante y lo más divertido, porque fue donde realmente disfruté el trabajo y donde pensé que podía seguir un poquito más lejos.

Fue, pues imagínate, verte una serie de películas que te interesan, ver cómo está vinculado el espacio a los personajes, ir al lugar donde crees que está y, con la referencia de película en un mp4 o en una cámara de fotos, buscar esos lugares: fue una aventura. En muchos casos tardé poco en encontrarlo porque era muy reconocible; pero en otros casos que no había referentes arquitectónicos sino plantas, edificios y puntos de vista, pues fue una auténtica aventura. Como por ejemplo subiendo al cráter de Stromboli, localizar algunos puntos de vista de la isla por los caminos que son de tierra sin ningún hito ni ninguna referencia, pues fue complicado. Es un rodaje atípico el de esta película, por lo que se cuenta, pero desde luego fue muy interesante



P.- Ha pasado un año prácticamente de la presentación oficial que llevásteis a cabo en el Café Galdos de La ciudad de los Signos, enmarcado dentro del quinto encuentro del Festival de Cine de Madrid, organizado por la Plataforma de nuevos realizadores PNR. En abril presentaste tu trabajo en la Muestra de cine de Cataluña y más recientemente en EE.UU, Polonia, y Argentina , lo que nos permite pensar en la buena acogida que está teniendo tu cinta a nivel internacional, ¿consideras que parte de culpa la tiene el atractivo de haberte acercado de esta forma a la obra del genio italiano?

R.-
Yo era muy consciente de que cuando tocas a un personaje cultural-histórico importante, estás jugando con fuego. Entonces quise acercarme a la figura de Rosselini con mucho respeto. En primer lugar conocía a su familia por veces que nos hemos encontrado en actos. Yo he sido muy seguidor de todo lo que se ha hecho de Rosselini tanto en Italia como en España y, una vez allí, le hablé a la familia del proyecto, sobre todo al hijo mayor, y con el beneplácito de la familia yo me puse a trabajar en este proyecto. La familia me apoyo y me dio el respaldo así como algunos contactos a los que recurrir para encontrar muchas localizaciones. Yo me ‘aproveche’, digamos, de la figura de Rosselini para que al llegar a los festivales se viese que había hecho una película en la que he trabajado con su figura y, supongo, lo que ha llamado la atención es la reformulación, el uso, el trabajo con sus películas y con lo que nosotros rodamos. Aún así, creo que por desgracia en muchos festivales son pocas las veces que tienes capacidad de llegada si no se produce un efecto de “bola de nieve”, con la presencia en otros festivales o bien con los premios. Aún así creo que la figura de Rosselini interesa aunque sólo sea porque te suene

P.- Dijiste en su momento que “La ciudad de los signos busca revalorizar las películas a través de los espacios donde fueron rodadas”, ¿no crees que generaste, sin quererlo, una nueva corriente cinematográfica, un falso documental bajo un prisma diferente, una perspectiva no desarrollada hasta ahora en el séptimo arte?

R.-
Antes de comenzar La ciudad de los signos, tuve la suerte de coincidir con un ciclo que la Filmoteca organizó a Rosselini. El caso es que se hicieron proyecciones no sólo de sus películas, sino de todos los documentales que se habían hecho sobre él. Entonces había varios que se acercaban a las localizaciones en las que Rosselini había rodado Roma cittá aperta y retomaba a los propios actores que habían trabajdo con él. Las películas eran de reencuentro de localizaciones. Lo mismo ocurría en las películas que se rodaron en la costiera amalfitana, allí había una serie de películas y documentales hechos sobre los recuerdos que tiene la gente que trabajó con él. Pero yo lo que quería hacer distinto a esto y, por lo que me embarqué en la película (porque si hubiera sido algo que ya hubiera estado hecho sobre Rosselini no lo hubiera abarcado de esa manera), fue que los descendientes de estas películas hoy en día pueden hablar diciendo lo que recuerdan, pero a mí me interesaba que hablará quién ya no puede hablar y que hablará la película en sí misma, pero revalorizada con el encuentro con el espacio.

Decir que he inaugurado un nuevo género cinematográfico no, porque el cine documental y sobre todo el cine que se aparta de la ficción tiene unas formas muy distintas y muy mutantes, y cada película puede inaugurar un género porque no hay unas normas preestablecidas. El falso documental tiene unas normas establecidas, y yo comencé a desarrollar un argumento (que luego no cumplí). Empezar a sacar testimonios en los que la gente miente, tratar todo como si fuera verdad pero siempre dejar una pista de que todo es mentira, digamos que es el decálogo de normas del falso documental. Tenemos muchos ejemplos donde se hace ésto y que siempre se reconoce que es una mentira, pero a su debido momento. Está más cerca mi película quizá del documental cientfico que del falso documental, lo único es que he teñido este cine ensayo (en el que tú simplemente ensayas, desarrollas argumentos y teorías en base a hechos sirviéndote del lenguaje audiovisual, de las imágenes, palabras o fotografías), como decía he teñido todo esto con algunas herramientas del lenguaje del videoarte y del falso documental. Pero para sumarle complejidad, creo que el tema era tan grande que no me quedaba satisfecho abarcándolo sólo desde un género, y por eso he metido muchas más cosas para intentar darle la complejidad de punto de vista de análisis que creo que merecía el tema. El resultado, al final de todo esto, pues creo que es una película rica por este hincapié que he hecho yo en que sea abordada desde tanto puntos de vista, pero no sabría decir lo que inaugura o lo que no.

P.- En el film haces uso, además de tu propio material, de escenas extraídas de películas anteriores que, como dices, acercas con ello dos formatos, varias visiones de dos realizadores que coinciden hoy en el tiempo. Una vez visto el montaje final e incluso por qué no, durante el rodaje, ¿llegaste a entender en profundidad la mentalidad como director de Roberto Rossellini?

R.-
Por supuesto. Este trabajo ha sido un proceso de aprendizaje de cómo rodaba Rosselini, de cómo pensaba; de qué quería él transmitir como comunicador. Si yo llegara a entender a Rosselini no podría haber comenzado a hacer nada. De hecho fue el entender a Rosselini lo que hizo plantearme hacer una película sobre él. Fue llegar a los lugares y entender cómo él había trabajdo con el espacio, me dijo lo que podría estar pensando en ese momento. Por eso yo he hecho un análisis de sus películas desde el punto de vista vital de él, teniendo en cuenta su biografía. Las circunstancias del rodaje creo que en Rosselini son fundamentales porque, al contrario que en otros directores, él deja que los azares de rodaje, las cosas que le están pasando y cómo se encuentra él, influyan en la película que va a salir; y siempre sobre una inquietud general que creo que le domina en estos años. Por eso creo que ha sido desde el principio un entendimiento de su cine y por lo menos bajo mi punto de vista, y quién quiera ver la película ahí está lo que yo argumento sobre lo que tiene su cine. Es un intentar abrir otras vías de exploración a Rosselini, intentando que la vertiente fenomenológica (...) Siempre se dice de Rosselini que es un director devotamente creyente, yo no estoy tan de acuerdo con eso y sobre todo es por ese lado por el que he querido abordar al personaje.

P.- ¿Qué nos puedes adelantar en relación a tus nuevos proyectos?

R.-
Este género, que dices que es un tanto inusual, me gustaría desarrollarlo en otra película que hablara sobre los tesoros en las historias; la búsqueda de tesoros tanto en la literatura como en el cine: qué es exacamente el tesoro como objeto de deseo, qué es el esfuerzo humano en la búsqueda del tesoro como se considera y, sobre todo, a través de autores como Stevenson, autor de La isla del tesoro o B. Traven en El tesoro de sierra madre. Un poco abarcar lo que es la esencia de la búsqueda del tesoro en la literatura en una película de ensayo
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lunes, 10 de mayo de 2010

El resurgimiento de la comedia romántica


Llega un momento en que muchos cortometrajistas se la juegan dando un salto cuantitivo con miras de encuadrar su cine hacia el largometraje. Desde luego no es tarea sencilla y requiere de una auténtica reconversión donde el enfoque y la planificación utilizados hasta ese momento cambia de forma significativa; de rodar normalmente metrajes que no exceden de veinte minutos se pasa a filmar producciones que, como mínimo, duran hora y media. Borja Cobeaga supone un ejemplo de avezado director de cortos, a quien el cambio al mundo del largo le ha sentado bien; un auténtico camaleón que tras el éxito obtenido con Pagafantas, anunció hace unos días que este próximo verano iniciaría su segundo trabajo bajo el mismo formato. No controles pretende constatar la firme pisada que ha dado el director vasco hacia la cinta de larga duración.

Y para nada pretende dar un paso en falso. De momento se quiere guardar las espaldas con un reparto de lujo encabezado por Unax Ugalde, recientemente premiado con la biznaga de plata al mejor actor en la pasada edición del Festival de Málaga por el drama Bon Appetit del realizador David Pinillos. El resto del reparto lo completan Alexandra Jiménez, Miguel Ángel Muñoz y Mariví Bilbao, entre otros.

El reconocimiento que obtuvo por el corto Eramos pocos, supuso para Cobeaga no sólo el impulso definitivo para dar comienzo a una próspera carrera; sino el poder estar seleccionado y aspirar a un Óscar dentro de su categoría. Muchos consideraban que con el cambio de formato, Pagafantas iría a engrosar la lista de los peores productos cinematográficos facturados el pasado año pero, craso error, esta comedia romántica (sutilmente lanzada en un momento en que además el contexto le era propicio para obtener una buena taquilla) consiguió no sólo situarse como la cuarta película más vista en el primer fin de semana (detrás de producciones como Ice Age 3 o Transformer 2); sino lograr una recaudación final de cuatro millones de euros.

Ahora pretende buscar de nuevo la complicidad del público con una comedia romántica cuyo argumento se desarrolla en las instalaciones de un aeropuerto cerrado por nieve el mismo día de Nochevieja; es por eso que el realizador quiera aprovechar y lanzar el film en Navidades. Euskal Telebista de momento se encarga de la producción, y ya se ha convocado en Bilbao el primer casting para buscar extras.
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domingo, 9 de mayo de 2010

Rebollo recupera a José Sacristán en su próxima película


Proviene del mundo del cortometraje, ahora las películas de Javier Rebollo suponen un revulsivo en el panorama cinematográfica actual: muchos lo consideran un genio, un salvador patrio; otros lo tildan de prepotente, pretencioso e irrespetuoso. Hace apenas unos meses estrenaba La mujer sin piano (previo paso por San Sebastián donde obtuvo la Concha de Plata como mejor director, su segundo largo tras Lo que sé de Lola) y los ecos de las voces duras, críticas, aletargadas y minimizadas desde esta primera película resurgieron para crear controversia sobre lo que parecía una filmografía prolífica e intocable; una fortaleza a la que ningún intrépido se atrevería a usurpar. Ahora, desde Argentina, nos llegan noticias sobre el nuevo trabajo en el que está sumergido el realizador madrileño, El muerto; que contará con la participación de José Sacristán, quién dará vida a un asesino a sueldo que huye de la justicia.

Lola Mayo conforma, junto a Javier Rebollo, un tandém único desde hace años. Una amistad fraguada desde sus primeros trabajos en la televisión autonómica de Madrid. La productora y coguionista de la mayoría de los trabajos del realizador ha sabido suministrar a los personajes un carácter propio mediante diálogos que, aunque en principio se presentan como cotidianos e intrascendentales, presentan una carga poética capaz de alcanzar un nuevo nivel de interpretación.

Argentina ha sido el lugar elegido para el rodaje, tras haberse quedado prendidos de la belleza del lugar durante una visita realizada por motivos familiares, según las palabras de Lola. Ella misma nos adelanta que aún falta un año para iniciar el rodaje, pero las labores de localización para ambientar esta particular road-movie están ya en marcha. Por otra parte, destaca el método de trabajo que suelen llevar a cabo de cara a la preproducción: adecuar el plan de rodaje a puros criterios sentimentales y estéticos. Ruedan en espacios que tienen una conexión emocional muy fuerte tanto para Lola como para Javier.

Sin duda, el aliciente de contar con José Sacristán encarnando un personaje que encierra misticismo y rechazo a partes iguales, supone una propuesta atractiva y tentadora,teniendo en cuenta, además, que el intérprete no ha vuelto a la gran pantalla
hasta hace muy poco tras un largo periodo de inactividad, gracias a Laura Maña con La vida empieza hoy. De momento ( hasta lo que se ha podido saber), Rosana Blanco, actriz de origen uruguayo, completa un reparto del que, a buen seguro, se irán añadiendo más nombres conforme avance la producción.

De momento, mientras sitúan las localizaciones conforme las exigencias del guión, viven en la incertidumbre absoluta (como tantos otros realizadores) de poder conseguir las ayudas económicas que concede cada año el ICAA; a las que cada vez el acceso es más limitad (y con la futura Ley del Cine más), para quienes apuestan por producciones independientes. Por otra parte, la producción de la película correrá a cuenta de
Lolita Films, empresa creada por Javier y Lola.
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Zannou, en pleno rodaje de "La puerta de no retorno"


Resulta duro (y desde luego se antoja como una aventura arriesgada) abandonar durante 35 años tu casa, tu familia, tus costumbres para aterrizar sobre lo desconocido, en un país en el que te aseguran un futuro mejor pero que, a buen seguro, no vaya más allá que un sueño idealizado, sin base ni fondo donde, a cada paso, la lucha por la supervivencia se convierte en tu nuevo acompañante. Tras este periplo retornas a tu lugar, con la mente repleta de recuerdos y un saco de buenas esperanzas ganado a pulso durante este tiempo, capaz de alimentar el inminente reencuentro con aquello que dejaste atrás. Así ha sido la historia del padre de Santiago Zannou (El truco del manco), a quien el director toma como referencia en su nueva película La puerta de no retorno, a caballo entre el drama social con claros tintes biográficos-documentales. Con ella nos pretende acercar la dura batalla que miles de inmigrantes libran cada día con un destino incierto.

Desde el 16 de abril la película está en pleno rodaje. Benin es el punto de arranque de la historia que acontece a Alphonse Zannou; país en el que, además, se encuentran la mayoría de localizaciones previstas durante la producción. Este pequeño estado del África Occidental, limítrofe con Togo y Burkina Faso, supone algo más que el origen de la nueva película del novel director, significa dar luz a preguntas sin respuesta que atormentan desde pequeño a Santiago, sobre el enigma concerniente a la figura de su padre: “Gracias a la película he ido raspando en mi padre y lo que no he podido conocer en el rol de hijo a padre lo estoy consiguiendo de director a actor”.



El truco del manco supuso el descubrimiento como director de Santiago Zannou, a quien la Academia premió en 2008 con la mejor dirección novel. Un film que navega en el mar del optimismo circundado por una más que palpable realidad hostil, que acecha en cada rincón sin dar tregua, contra la que el protagonista (Juan Manuel Montilla, El Langui ), un parapléjico amante del rap que sueña con crear su propio estudio de grabación, deberá enfrentarse.

Woulfrank Zannou, hermano del director, contribuye de nuevo con sus creaciones musicales a generar ambientes que envuelvan con efectividad la historia del film, haciendo uso, para ello, de la fusión de ritmos africanos con música electrónica. Shankara Films y Dokia Films encabezan esta coproducción, con la colaboración de Canal + y la Televisión de Catalunya. Por otra parte, a nivel de distribución, repite AltaFilms

Sin duda la expectación es máxima ante este nuevo trabajo que ahonda en un tema tan de actualidad como profundamente delicado, una apuesta que servirá para despejar dudas sobre la consagración de Zannou como nuevo exponente del cine nacional más comprometido socialmente.
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martes, 4 de mayo de 2010

Fernando León ultima “Amador”


Fernando León de Aranoa ha guardado durante cinco años el silencio más largo de su carrera para sumergirse en la difícil tarea de superar el éxito obtenido con sus anteriores películas: Familia, Barrio, Los lunes al sol y Princesas. Y pretende hacerlo con Amador, un nuevo drama social con tintes de comedia, el género con el que ha logrado lo impensable: que el público recomiende a sus allegados ir al cine a ver una película española y que gran parte de la crítica, aún así, no esté de su lado.

Y es que muchos no comprenden que un director de origen acomodado escriba, dirija e incluso produzca películas sobre barrios marginales, parados y prostitutas y encuentran, cierto es que sin mucha dificultad, escenas inverosímiles que no terminan de armonizar con el drama social. Pero a pesar de las críticas, Fernando León vuelve con una historia que aborda una realidad común en España: el cuidado de ancianos por parte de inmigrantes que viven, y conviven, con personas que ya no pueden valerse por sí mismas.

Dura tarea que en la ficción desempeñará Marcela, una mujer joven y en apuros económicos que pasará el verano junto a Amador, un anciano que, como ella, oculta un gran secreto. Poco a poco, la creciente confianza entre ambos les conducirá a la confesión mutua de sus respectivos secretos, al tiempo que un repentino suceso pone a Marcela al borde de un difícil dilema moral. Un guión que, según Aranoa, habla “del complicado dilema que plantea a diario la supervivencia, entre actuar como nos exige la conciencia o como impone la necesidad. De la vida y de la muerte, que en esta historia comparten habitación: un pequeño dormitorio en la periferia de cualquier ciudad. Y también de lo que sucede entre una y otra, y quizá da sentido a las dos: el amor”.

Y entre tanto dilema, un gran reparto. En la piel de Amador se meterá Celso Bugallo (Mar Adentro), quien no dudó en abandonar las tablas una vez más para trabajar a las órdenes de un gran director; y Magaly Solier, la actriz peruana reconocida internacionalmente por su papel de Fausta en La teta asustada, quien publicó, unos días antes de iniciar el rodaje de Amador, su doble ilusión por ser parte de un proyecto de Fernando León y por grabar, además, su primera película en el extranjero.

Cuatro meses de trabajo repartidos entre localizaciones de Madrid y Barcelona que se desarrollaron entre agosto y noviembre de 2009 y que dejaron a todo el equipo exhausto, incluida Magaly, que publicó una vez más sus impresiones: “después de cerca de cuatro meses de rodaje, Fernando León de Aranoa terminó Amador, y yo terminé...muy cansada, muy cansada. Regresé a Lima el 11 de noviembre, sin mucho tiempo para readaptarme al horario, comida, bulla y demás”.

La película, que actualmente se encuentra en fase de postproducción, es el resultado de la unión entre Mediapro y Reposado, la productora que el director madrileño fundó en 2005 para su multipremiada Princesas, y su estreno en España está previsto para el 24 de septiembre.

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domingo, 2 de mayo de 2010

Almodóvar, más cerca de su “piel”


Pedro Almodóvar ha declarado en más de una ocasión que su película más importante es siempre la próxima, juicio que, de ser cierto, convertiría su futuro trabajo en el más significativo de toda su carrera. La piel que habito lleva años siendo lo próximo del director manchego, un guión que ha quedado relegado en tres ocasiones: por La mala educación, por Volver y por Los abrazos rotos. Ahora, después de un sin fin de borradores, parece que el guión va cobrando su forma definitiva y empieza a sonar, ahora sí, como la próxima película de Pedro.

Sin argumento preciso ni reparto confirmado, para componer la idea principal de lo que en Internet se conoce como “proyecto Tarántula”, no queda otra que reconstruir las declaraciones que Almodóvar ha ido esparciendo en la recogida de sus periódicos galardones. Entre ellas, unas muy antiguas pero reveladoras, las que el oscarizado director pronunció en la entrega de los premios de la Academia del Cine Europeo de 2006, donde fue el máximo protagonista alzándose con cinco estatuillas por Volver: "Mi próxima película será dura, complicada, nada analgésica, dirigida a un público menor, de las que incomodan y, justo por esta razón, no suelen ganar muchos premios" y girará en torno a una historia “durísima, de venganza, con chicos y chicas, con situaciones incómodas y un personaje muy diabólico que me está costando ponerme en su piel”. Una idea que en principio no parece alejarse de la esencia de su cine, aunque el director declarase también que el proyecto no tiene nada en común con sus anteriores trabajos y que se trata de “un material mucho más nuevo”.

Si una fotografía tomada en una playa de Lanzarote por el propio director junto a unas noches de jaquecas dieron lugar al guión de Los abrazos rotos, el origen de La piel que habito no es otro que la novela Tarántula de Thierry Jonquet, uno de los autores del género negro más prestigiosos de Francia. Un libro que se adapta muy bien al perfil de nuestro director más internacional, la historia de un cirujano plástico, Richard Lafargue, que emprenderá una brutal venganza contra el hombre que ha violado a su hija, Viviane, sometiéndole a una operación de cambio de sexo para que éste sufra tanto como su primogénita. Unos personajes muy atractivos que el director quiere ver interpretados por Penélope Cruz, cuya presencia ya está confirmada; y por Antonio Banderas, con el que ya trabajó en Laberinto de pasiones, Matador, La ley del deseo, Mujeres al borde de un ataque de nervios y Átame, que daría vida al cirujano, una participación que acaba de confirmarse.

Sin sinopsis oficial ni, obviamente, fecha de estreno, los incondicionales de Pedro tendrán que conformarse con la sugerente descripción que el director ha hecho de la posible primera escena del filme: “una mujer desnuda, sin ningún pelo en su cuerpo, parada sobre su cabeza. El fondo sería una pared llena de simbolismos que serán revelados después”.

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Wenders reclama su trono perdido


El director alemán prepara su reaparición en la gran pantalla con un nuevo thriller, cuyo título lleva por nombre La sopa de miso. Se trata de una adaptación de la novela del prestigioso escritor japonés Ryu Murakami, maestro del thriller psicológico. Con este trabajo (que se encuentra en estos momentos en preproducción), Wim Wenders pretende retornar a la credibilidad, aventurándose en un género del que llegó a obtener grandes elogios gracias a El amigo americano o El final de la violencia.

Una credibilidad nula a tenor de la producción que le ha acompañado en estos últimos años plagada, irrevocablemente, por la más pura ingenuidad, el desaliño y la pobreza narrativa, así lo atestiguan El hotel del millón de dólares o la malograda Tierra de abundancia. No es de extrañar que cuando se sabe que el realizador alemán se encuentra metido en un nuevo proyecto, salten las alarmas (e incluso sarpullidos) en algunos sectores de la crítica especializada. Su obra es considerada para muchos como pretenciosa, amén de sobrecargada y preciosista. Un intento repetido y frustado para profundizar, sin escapar de la mediocridad.

Sin embargo, su labor como documentalista le ha hecho merecedor de un respeto generalizado por parte de los críticos, sin que puedan tomar represalias ante unas obras que desbordan cercanía y lucidez. Siendo capaz, por ejemplo, de inmiscuirse y empaparse de las raíces de la música cubana con la ayuda de Compay Segundo para, a continuación, plasmar su aroma de forma vehemente con Buena Vista Social Club; o reunir en 1982 a parte de los representantes del Nuevo cine alemán (Herzog y Fassbinder), junto a Godard y Spielberg (entre otros) en Habitación 666, donde se elocubra y discute sobre la posibilidad de que la llegada (inmimente) del vídeo supusiese el revulsivo definitivo que daría al traste la industria cinematográfica convencional.

Dentro de esta línea documentalista hay que anunciar que su último proyecto se encuentra en estos momentos en posproducción. Con Pina quiere acercarse (y rendir homenaje) a la figura de la reputada coreógrafa alemana Pina Bausch, fallecida hace casi un año tras una larga enfermedad. Una muerte repentina, que hizo que el rodaje se paralizase durante un tiempo debido a la enorme amistad que existía entre ambos artistas. La cinta cuenta con el aliciente de estar rodada en 3-D, ya que en palabras del cineasta “sólo este formato le rinde honor a la artista”.

La sopa de miso se empezó a fraguar en 2008, tras cerrarse la 61 edición del festival de Cannes, donde se le concedió 8 millones de dólares al realizador alemán para llevar a la gran pantalla la novela (anteriormente citada) de Ryu Murakami. Se sabe que todas las localizaciones de la película están situadas en Tokio, además que el film hablará tanto inglés como japonés. Wenders además cuenta con la participación del actor Willem Dafoe; cerca de 17 años separan a ambos del último trabajo realizado juntos, Tan lejos, tan cerca. Como viene siendo habitual Neue Road Movies (productora creada por el realizador alemán) se encarga del proyecto, junto a Cine @, F Comme Film, Films Distribution y Green Sky Films.
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domingo, 25 de abril de 2010

Campanella, un horizonte en 3D


A Juan José Campanella le corresponde el mérito de que 938.979 espectadores acudieran al cine a ver una coproducción hispano-argentina, El secreto de sus ojos, una película que aún hoy, exactamente siete meses después de su estreno, podemos encontrar en algunas pantallas españolas. Superar esta hazaña es difícil, pero hacerlo con una película de animación con acento argentino es una provocación que sólo él, con un Oscar en la mano y otros 36 premios nacionales e internacionales en su haber, puede permitirse. Su ambicioso proyecto se estrenará en nuestro país con el nombre de Futbolín, y tiene el aliciente de ser la primera película de animación 3D en la historia del cine argentino.

Con El hijo de la novia se abrió pasó en el difícil mercado norteamericano logrando una nominación a los Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera, un reconocimiento que supondría el comienzo de una excelente relación con EE.UU., donde ha participado en series como Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales, El Guardián o House. Después, con Luna de Avellaneda, consiguió que su nombre siguiera sonando con fuerza en distintos festivales internacionales, como el Festival Internacional de Cine de Montreal. La serie Vientos De Agua le hizo probar el sabor del fracaso en España, donde la guerra de audiencias entre Telecinco y Antena 3 y los continuos cambios en la parrilla, se manifestaron en unos discretos índices de audiencia a pesar de la indudable calidad de la producción. Y después El secreto de sus ojos, la película que le dio el Oscar, 34 premios y 17 nominaciones más a este argentino cuyo nombre no hemos parado de escuchar en los últimos meses.

Una impecable carrera que ahora se ha propuesto coronar con Futbolín, la historia de unos jugadores de madera separados por un desguazador que lucharán por reencontrarse para seguir compartiendo su pasión por el fútbol, el deporte rey de Argentina. Una idea en la que Campanella lleva trabajando dos años junto a Eduardo Sacheri, el autor y coguionista de El secreto de sus ojos, muy popular en Argentina gracias a sus pegadizos relatos futboleros difundidos en el programa Todo con afecto de Radio Continental y en libros como Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol.

La recaudación de El secreto de sus ojos, que sólo en España ha alcanzado los 5.798.189 euros, ha permitido a Campanella sumergirse en proyectos que hace unos años estaban fuera de su alcance. Entre ellos, Futbolín, una película de animación 3D que ha sido presupuestada en 9,4 millones de dólares y cuyo estreno está previsto para el 2012, año en el que se convertirá en la primera película argentina de estas características y en el primer título de animación para un director que nos tiene acostumbrados al melodrama.

Su para muchos desconocida afición por el 3D le viene de lejos, concretamente de 1995, año en el que se estrenó Wings of courage, la primera producción de ficción de acción real distribuida en tres dimensiones en una sala IMAX. El director ya ha manifestado que el 3D le parece “más potente en las cosas íntimas que en las escenas espectaculares porque parece que estás sentado en el escenario de un teatro con los actores”, a lo que ha añadido una prometedora predicción del futuro de esta tecnología: “dentro de 10 años hacer una película en 2D va a ser una decisión creativa, como hoy lo es el blanco y negro”.

La película, actualmente en fase de preproducción, será de nuevo una coproducción hispano-argentina y buscará corregir un error que, en opinión de Campanella, tiñe la mayor parte de las producciones hollywoodenses, el insuficiente peso de la historia que, según el director, "se pierde por el camino de la tecnología”.

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El "secuestro express" según Miguel Ángel Vivas


Secuestrados, el último film de Miguel Ángel Vivas se encuentra en estos momentos en plena fase de producción, enclavado el rodaje en un chalet de Las Rozas. El realizador sevillano retoma el camino del thriller para acercarnos, de forma cruda y realista, los dramáticos momentos que vive una familia sumida en lo que comúnmente se conoce como ‘secuestro express’; retenida así contra su voluntad por una organización mafiosa del este.

Con Reflejos, pudimos apreciar las buenas dotes de este director para abordar el género de forma innovadora y acertada, con una referencia clara del cine negro de los años cincuenta. Un reconocido trabajo que le llevó a ganar la primera edición del concurso Ópera Prima en 2002; coproducido, entre otros, por Antena 3 Televisión, Vida Digital y Ensueño Films y en el que participaron actores de la talla como Emilio Gutiérrez Caba o Georges Corraface.

Con este nuevo film asistiremos, en primer término, a la violencia desatada por parte de un grupo de secuestradores del este y al terror de una familia a quienes someten, en el transcurso de una noche, a todo tipo de vejaciones hasta hacerse con todas las propiedades de la casa. Un fenómeno agresivo que además de estar presente en amplias zonas del este de Europa, toma especial virulencia en Latinoamérica, donde en muchas ocasiones el desenlace es trágico. Para dar vida a esta prometedora cinta, Manuela Vellés (Camino; Lo siento, te quiero) se encarga de encarnar a la hija aterrorizada de la familia completando a continuación el reparto los actores; Fernando Cayo (Mataharis, El Lobo), que actúa como padre; y Ana Wagener que hace el papel de madre, y a quien muy pronto podremos ver en Biutiful, la última película de Iñárritu.

Se trata de una coproducción entre la productora francesa La Fabrique 2; la madrileña Blur Producciones y la gallega Vaca films. Esta última dirigida por Emma Lustres, quien recientemente ha sido galardonada en la última ceremonia de los Goya, a la mejor dirección de producción por su trabajo en Celda 211. Según hemos podido conocer, para ella el rodaje se ha iniciado de forma caótica debido no sólo a la complejidad técnica y formal que requerían los planos (determinados en la orden de rodaje de ese día); sino a los continuos cambios de luz generados por la alternancia constante entre nubes y claros, dando al traste el racord y obligando a posponer determinados planos para el día siguiente.




Juan Manuel Nogales, de TwinPines, se encarga de toda la labor de posproducción del film. Profesional del sector y experto en incluir efectos visuales, posee a sus espaldas una amplia y reconocida trayectoria por haber trabajado, por ejemplo, en Oviedo Express o más reciéntemente en El baile de la victoria. En esta ocasión, su misión (además de las labores propias de posproducción) se centra en: caracterizar a los personajes mediante maquillaje y prótesis; generar sangre digital en momentos puntuales; lograr una máxima efectividad en los golpes de especialistas, generando a posteriori objetos contundentes contra los que se golpean (sustituyendo así, y de forma digital, a los endebles objetos empleados en el momento del rodaje).
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domingo, 18 de abril de 2010

Carlos Saura retoma el mundo del folklore con "Flamenco, flamenco"


Flamenco, Flamenco es la nueva propuesta del director de cine Carlos Saura. Un total de casi cuarenta películas sirven para dar cuenta de la virtud camaleónica del realizador aragonés, capaz de atreverse con multitud de géneros distintos sin perder un ápice del halo mistérico y personal que rodean a todas y cada una de sus producciones.

Aquel estudiante de la escuela de cine que pronto descubriría su gusto por la dirección (y al mismo tiempo su irrevocable incapacidad para escribir guiones), que sentó las bases de un nuevo cine español (inaccesible para muchos) centrado en profundizar en la psicología de unos personajes que desbordaban costumbres arraigadas; marcados inexorablemente por la historia, y por una intrínseca relación con los objetos que habían sido partícipes en su vida y que definen sus recuerdos; comenzó a dar sus primeros pasos con las prácticas Una tarde de domingo o Cartas desde Sanabria pero, paradójicamente, no iniciaría oficialmente su carrera dentro del mundo de la ficción sino explorando el documental puro y duro; así lo atestigua Cuenca: ópera prima que daría el pistoletazo de salida a una de las carreras más proliferantes y brillantes del cine español que incluiría importantes reconocimientos en festivales internacionales europeos como el de Cannes o Berlín.

Una larga trayectoria que hasta el día de hoy sigue facturando títulos, donde ahora, y tras su aparición en el Festival de Cine de Málaga con Io, Don Giovanni vuelve a resurgir el Saura más apegado por los gustos folklórico/culturales nacionales con Flamenco, flamenco, que se encuentra en estado de postproducción con vistas a ser estrenada el próximo septiembre. Un terreno, además, del que no se le puede considerar un desconocido a tenor de su aproximación en esta temática con Sevillanas, Carmen o Flamenco.

Seis semanas de rodaje durante los meses de octubre y noviembre en el Pabellón del Futuro de la Expo92 de la Isla de la Cartuja, han servido a Carlos Saura para plasmar la esencia vital del film; consistente en un recorrido a través del ciclo de la vida de un ser humano haciendo uso de los diferentes estilos englobados dentro del arte flamenco. De esta forma encontramos la nana flamenca unida al nacimiento o el cante serio, focalizado para edades más avanzadas.Un importante número de artistas consagrados dentro del flamenco han participado en el filme; Sara Baras, Niña Pastori, José Merce o Farruquito; dando salida, por su parte, a jóvenes promesas como Miguel Poveda o Dorantes que pronto despuntarán sobre los tablaos flamencos más prestigiosos.

En el plano técnico resulta necesario destacar el trabajo del legendario director de fotografía italiano
Vittorio Storaro (Apocalypse Now, Novecento, El último tango en París), cuya presencia muy presumiblemente atestiguará lo que será una imagen cargada con un fuerte carácter psicológico. Una producción de la que se ha encargado en su totalidad la empresa sevillana General de Producciones y Diseño GPD, volcada con el mundo del arte y el espectáculo.
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